18 de mayo de 2013

La rosa y sus pétalos

Cabellos olor a rosa y suspiran por crecer hacia el edén.
ojos sumergidos en el cielo de Dios que cautivan al vasallo y su corazón.
boca que incita a beber de los labios, el suave perfume nacido de su amor sucedáneo.
silueta que envenena los pensamientos pulcros y castos, más su movimiento es lo que domina ese sutil encanto.

Lo puro de su sentimiento sin tapujo,
lo refleja en su palabra y verso lleno de sencillez en lo profundo,
sensible como nadie, yo le llamo mi pequeña princesa y que a cada instante roba mi aire,
es noble en los momentos de real tristeza y fuerte en su vida entera,
Dios te abraza con su diestra y su presencia en ti es manifiesta.

Pienso en ti como un desesperado,
amo tus errores tal mañana deja entrar al sol a su costado,
te acompaño en el silencio desterrado,
eres tu mi alma de rosas y mirada cautivadora quien roba mi aliento a deshoras.
el cielo de Dios se contenta por tener a una reina, como noche en la trastienda. 

Alabo tu cuerpo,
tus ojos,
tu pelo,
recae tu belleza en los ojos de los hambrientos,
tu perfume atrae a los sedientos,
Mas tu corazón enamora a quien por ti en estos versos, declama a ti mi musa inspiradora de trasnoches hambrientos y sedientos.

Duele el corazón en este momento,
Te canto poesía y declaro en versos,
son tus palabras la que duelen mi corazón,
te espero como nadie y te deseo como siempre,
me dices “no puedo”, y yo te digo mil y un fundamentos que no entiendes,
Te lo pido en versos, confía en este mi amor mi dulce cielo y no cometas el error de abandonarme en traición mi corazón.

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