Nunca había amado hasta el punto de perder la cabeza por el plazo de años,
Nunca había amado hasta el punto de decir hasta al cansancio te extraño y te necesito amante anhelado,
Nunca había amado el corazón de una mujer, nunca había deseado tanto su aroma de miel.
Nunca había herido tanto su corazón, más cuando ella lo hizo la ame con mayor razón.
Nunca había dicho cosas a ojos cerrados y con la mente en otro lado, me cegué en la necesidad que me provoca su amor tan fielmente demostrado,
Nunca había dicho estupideces que hirieran a la mujer de mis sueños, perdóname dulce cielo, amor que derramas de felicidad mi día entero.
En esta prosa te abro mi alma, mi perdón a ti es puesto en razón a que en tu corazón encuentre consuelo,
Perdóname mi dulce cielo, eres para mi lo que yo soy para ti donde quiera que nos encontremos.
La luna me mira entre las nubes que le circundan,
Le siento tan silente que ta siquiera pueda notarle,
Te lo diré hasta cansarme princesa amante, te necesito y perdóname por herirte mi noche cautivante,
Necesito de ti, como tu de mi al buscarme entre esta prosa escrita sólo para ti.
0 comentarios:
Publicar un comentario