Ora a Dios en lo secreto,
Y te recompensará en público,
Son las palabras de Dios, 
que guardo y utilizo en esta ocasión.
No soy nadie, 
Y aun así sigo aquí para ti.
Coloco mi confianza en Dios,
Ese que venció,
Para que pueda ver el gran rey, 
El agrado de un abrazo,
Y las bondades que Dios le ha preparado.
Ese niño me robo el corazón,
No se si antes que tu,
Pero esa foto en la cual los conocí, algo aquí dentro sentí,
Fue mágico porque comprendí,
Que la distancia es una mera y burocrática insignificancia para amar y sentir.
Todo ha sido nuevo y mágico para mi,
Lo asumí y ahora cargo un amor que trasciende al pasional, un amor que busca en silencio entre las estrellas ese umbral,
que da la esperanza a una vida plena.
Aunque no me conozcas gran rey,
A miles de kilómetros mucha gente ya clama tu nombre,
Y otras cuantas están ayudándote en formas que tu nunca esperaste.
Solo espera y soporta,
Porque Dios obrará en tu cuerpecito y abrirá las puertas.
0 comentarios:
Publicar un comentario