Prosas o versos, rimas o sonetos, canto general o gritos al viento,
ocultan la belleza del sol que emerge al pasar la dulce noche junto a mi almohada silente.
Ser usado por una estrella a mando y voz de la noche obscura y siniestra me asusta, me entristece, me altera y me acelera.
La honestidad y la verdad es la clave en mi pensar, el juego a alterar la verdad, en mis cánones no están.
Me duele la respuesta recibida a un sentimiento puro y sincero,
una patada brusca, 
peor a la de un vil y cruel carnicero.
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