Me atrapas, me desatas, me desbaratas creyéndome una nada, 
me buscas como adolescente por las noches ya me sientes inconsciente,
la noche habla y los murmullos ya se esconden ante tu palabra.
Mis pensamientos y sentimientos ya no hablan, están mudos ante sus palabras,
hablo ahora en tercera persona, para ocultar en estos sonetos la desilusión que este personaje inculto y abnegado, siente por la luna de la noche por la cual el sigue profundamente enamorado.
Absorto y claudicado a los destierros de los más cálidos sentimientos, se encuentra el poeta que clama clemencia frente a la dolorosa inconsciencia,
basta de tanta tortura siniestra, de tanta humillación frente al amor a ese manto de siluetas resueltas.
Mis pensamientos y sentimientos ya no hablan,
están dolidos, me encuentro destruido.
Yo clamo a su amor y ella busca a su su amor.
La luna persigue su fulgor, y el poeta triste escribe a su imposible corazón.
0 comentarios:
Publicar un comentario